Una década del TLC Perú-EE. UU.
Este mes se cumplen diez años de la vigencia del acuerdo comercial firmado por el Perú con Estados Unidos, que impulsó, en forma exitosa, la inserción de los productos peruanos en el mercado mundial.
Las primeras transacciones comerciales entre ambos países fueron realizadas por marineros estadounidenses que buscaban cachalotes en el océano Pacífico. Ellos se dedicaban también a vender mosquetes, telas y harinas a cambio de oro y plata. A mediados del siglo XIX, cuando se descubren las propiedades del guano de las aves como fertilizante, se abre una nueva etapa del comercio.
Tras la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos desplazó como potencia hegemónica a Gran Bretaña y comenzó el ingreso de capital estadounidense en sector de explotación minera y petrolera con el beneplácito del presidente Augusto B. Leguía (1908-1912) y (1919-1930). Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el capital estadounidense se extendió en el sector moderno de la economía.
Es recién después del fin de la Guerra fría y de la Década Pérdida, como se le denominó a los años 80, cuando el Perú abrazó el Consenso de Washington. Una de las recomendaciones de altos funcionarios de los organismos internacionales fue la apertura de los mercados.
El Perú decidió lanzarse en la búsqueda de mercados a escala mundial mediante los tratados de libre comercio (TLC). Estos pactos cuentan con diversas virtudes: la mayor productividad, la modernización de la tecnología, la mejor capacitación del capital humano, el aumento de las inversiones, entre otras ventajas.
El Perú se ha transformado en estos diez años, en parte gracias al TLC. De acuerdo con el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Edgar Vásquez, las exportaciones no tradicionales a Estados Unidos se duplicaron de 1,877 millones de dólares en el 2008 a 3,669 millones en el 2018, todo un récord.
El intercambio comercial aumentó un 50% al pasar de 11,402 millones a 17,088 millones de dólares en el mismo lapso. El incremento de las inversiones elevó la productividad de nuestras empresas y el número de firmas que exportan productos no tradicionales pasó de 1,674 a 1,935, mientras que la cantidad de productos exportados creció 14% y alcanzó a 2,377 bienes.
Hoy, Estados Unidos es el segundo destino de ventas peruanas (16.6%), y se destaca como el primer destino de nuestras exportaciones no tradicionales (27.6%). Pese a que los críticos aseguraban que el TLC iba a afectar la agricultura, los datos nos muestran todo lo contrario.
El sector agroexportador es el más beneficiado y de más alto crecimiento. El Perú es el sexto proveedor frutícola al mercado estadounidense. Sobre todo, los productos frescos son valorados en la época de invierno en el hemisferio norte. Somos el primer proveedor de quinua y el segundo de espárragos, paltas, mandarina, mangos y cebollas. Todo ello ha permitido la creación de nuevos puestos de trabajo en el país.
El TLC con Estados Unidos será recordado siempre como aquel que nos permitió ingresar a las ligas mayores del comercio internacional y nos sirvió de tarjeta de presentación en otros mercados del mundo.